
Soy sensible a tu tacto y tu contacto, a una mirada y su
calor...
Soy sensible a tus labios y el sabor que se acomoda en mis papilas, como el vino que penetra el corazón y viaja a tu cerebro, te deja tibia y te adormece -como si fueras una pastilla de nombre raro.
Escucharte me pone alerta, me prende los sentidos, hasta los ocultos, y me hunde en un vacío estúpido que perdura en mi día... en mi momento tibio. Porque un recuerdo están cruel como mis lamentos. Porque tu olor me duele.
Foto: Claudia Rodriguez-Paiva ®
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gracias : )