Sentidos

Al no aceptarlo sufro y duele tanto como el recuerdo de tus besos dañados en mi memoria que acoge tu mirada.

Soy sensible a tu tacto y tu contacto, a una mirada y su
calor...

Soy sensible a tus labios y el sabor que se acomoda en mis papilas, como el vino que penetra el corazón y viaja a tu cerebro, te deja tibia y te adormece -como si fueras una pastilla de nombre raro.

Escucharte me pone alerta, me prende los sentidos, hasta los ocultos, y me hunde en un vacío estúpido que perdura en mi día... en mi momento tibio. Porque un recuerdo están cruel como mis lamentos. Porque tu olor me duele.


Foto: Claudia Rodriguez-Paiva ®

Manzanas podridas.

Mujeres, completas y complicadas como un crucigrama a la mitad. Y aunque a veces somos peor que un Sudoku, hacernos sonreír es tan satisfactorio como ganar un partido en PES2012, un buen ALL IN, meter la MINGA o tal vez hacer el gol que para la juerga.

Lamentable mente no todos los hombres, son tan hombres para atreverse a hacerlas felices... algunos buscan la manzana caída del árbol, la manzana fácil y podrida; no se toman el trabajo de trepar el árbol y coger la mas bonita, roja y hermosa.

Por ello solo pocos valen la pena llorar, llamar y perdonar. Solo quien sabe cuanto vales lucha por ti... solo quien sabe cuanto pierde, regresa.

Una vez mi mamá me dijo en esos momentos de contrafacción.. que si la carta que espero no llega, si la llamada no suena y la persona que espero no toca mi puerta es porque sencillamente merezco algo mejor.

Gracias a mi hermoso destino, mi historia tiene para más... y si bien no soy desdichada, quien no tiene esa llamada no significa que lo sea. Pero no puedo ser indiferente a tu buen gusto, mi amor.
No quiero hacer de mi vida un cuento, pues ya lo es y yo soy la protagonista.

Siempre le escribo al amor y a la soledad, a ti y a mis papás. Hoy sera para dos chicas en especial... ellas saben quien son un beso.

"Es hora de dejar de lado al hombre de mi vida, para darle paso a la mujer de mi vida: YO" - Josefina Barrón.

Tan Simple.

Dejaré de escribir para que no hayan letras que te recuerden que existo.

Dejaré de escribir para que sientas lo que es estar sin mi.